Potencia el talento a través de las evaluaciones de desempeño
En un contexto empresarial cada vez más competido, la evaluación del desempeño de cada trabajador tiene una importancia más alta. Por ello, en este artículo, desde Pasiona brindaremos los mejores consejos para poder llevar a cabo esta función de la mejor forma posible.
¿En qué consiste la evaluación del desempeño?
La mayoría de los negocios establecen objetivos anuales, semestrales, trimestrales o mensuales en función de su volumen de trabajo. Por tanto, cada miembro de cada equipo debe ser capaz de brindar unos resultados para que la compañía pueda ser rentable y aumentar su facturación. En este sentido, uno de los grandes retos que tenemos a la hora de liderar equipo es evaluar el desempeño de cada uno de los empleados.
Por esta razón, ante cualquier tipo de incorporación, es fundamental que la corporación ofrezca un proceso de onboarding que ayude al nuevo trabajador a poder integrarse. Asimismo, en estas primeras semanas, podrá conocer la cultura empresarial, la composición del organigrama y sus tareas diarias. A través de este procedimiento, se evitará que los nuevos puedan quedarse rezagadas con los más veteranos.
Por otro lado, evaluando el desempeño de cada integrante en un equipo permitirá detectar aquellas debilidades más destacadas que puedan estar afectando a la productividad. Asimismo, problemas de liderazgo en algunas áreas, falta de capacitación en algunas tareas, u otras oportunidades de mejora. Los departamentos de recursos humanos también deben utilizar estas evaluaciones para entender el personal más talentoso de cara a posibles promociones internas.
Cómo llevar a cabo una evaluación de este tipo
Mejorar el bienestar de toda la plantilla ha de ser un objetivo principal en cualquier organización. En la actualidad, el capital humano es uno de los elementos más diferenciales que podemos encontrar. Por tanto, en este tipo de evaluaciones, los trabajadores han de tener la libertad de expresarse con total libertad para dar a la empresa la máxima información.
Para ello, existen diferentes metodologías que debemos tener en cuenta. Una de las principales es la autoevaluación donde cada uno hace autocrítica y valora su rendimiento. Sin embargo, puede aplicarse el mismo criterio para evaluar a los jefes directos, a los compañeros de equipo, así como subordinados o clientes.
Es primordial que antes de iniciar estos ejercicios, la empresa haya establecido los objetivos SMART que quiere lograr con la evaluación del desempeño. Una vez haya elegido el método más adecuado, se deberá realizar la evaluación y analizar los resultados posteriores.
Principales consejos para dar un feedback a un trabajador
Una vez ha finalizado esta evaluación, llega la hora de tomar decisiones. En este escenario, la estrategia de comunicación juega un papel muy importante si queremos construir un equipo que esté unido y sea competitivo. Un mismo mensaje dado de forma positiva o destructiva puede tener consecuencias muy distintas. Por esta razón, el reconocimiento a los trabajadores por el buen desempeño puede tener ventajas muy interesantes para nuestra marca. Algunos de los principales consejos que no debemos perder de vista son los siguientes:
1. No buscar la crítica e intentar ser descriptivos
Este tipo de mensaje ha de ser lo más descriptivo posible, y sobre todo alejado de la crítica. Es muy importante que el trabajador no se sienta ofendido, ya que puede afectar al clima laboral. El objetivo principal es que entienda los aspectos que ha de mejorar, y sobre todo cómo puede hacerlo.
De esta manera, conseguiremos que se sienta lo más motivado posible, y además reforzará el compromiso con la organización y todos sus stakeholders.
2. Enfocar el mensaje en las fortalezas
A la hora de construir este mensaje para nuestros empleados debemos orientarlo a la positividad. Es mucho más efectivo en esta línea que cuando nos centramos en las debilidades. A cualquier persona se le hace mucho más fácil mejorar en aquello que hace bien, que intentar reforzar lo que le cuesta más.
Por tanto, aunque no hay que dejar completamente de lado los aspectos más débiles del desempeño, sí es importante aportar algo positivo en cualquier feedback.
3. Buscar detenidamente un buen momento para hablar
El momento en el que se va a analizar el desempeño de un trabajador también tiene su cuota de importancia. No hay que dejar pasar demasiado tiempo porque perderá sentido, pero tampoco hacerlo en un momento de estrés. Por ejemplo, si hay picos de trabajo muy altos quizás es inteligente dejar que pasen antes de abordar esta situación.
Sin embargo, sí es realmente relevante que el trabajador perciba el compromiso de la organización por el bienestar de los empleados.
4. Alinearlo con los objetivos de la empresa
Este mensaje también debe estar completamente alineado con las metas que se establece la empresa. Esto reforzará el impacto que puede llegar a tener en la mente del empleado. De poco o de nada sirve fijarse en aspectos que no son de valor para una organización.
Asimismo, indirectamente, también reforzará la cohesión y la estrategia de comunicación que pueda haber diseñado cualquier tipo de negocio.
5. Encontrar un feedback bidireccional
La confianza entre las dos partes es capital para que este proceso tenga un impacto positivo. Los trabajadores no deben percibir esto como una oportunidad de sus jefes para dar su opinión. También ellos deben tener la oportunidad de alzar la voz y evaluar a sus supervisores.
De esta forma, la imagen de cualquier marca se vuelve mucho más humana y, por tanto, se ve completamente reforzada a corto y largo plazo.
6. Hacer este proceso de forma recurrente
Una vez implantado, es muy relevante que la organización lleve a cabo este proceso periódicamente. Mejora el rendimiento de los trabajadores, al mismo tiempo que refuerza el clima laboral y el sentimiento de pertenencia de toda la plantilla. Por ello, desde Pasiona intentamos generar las mejores condiciones de empleo para todos aquellos que estén buscando un nuevo reto profesional.
Como conclusión, la evaluación del desempeño es una parte fundamental de la gestión de equipos. Contribuyen al cumplimiento de objetivos y a reforzar el rendimiento y el clima laboral a todos los niveles.
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