Usabilidad web: qué es y qué técnicas de testeo existen

La usabilidad web es uno de los factores más importantes a tener en cuenta al desarrollar una página web.

No obstante, en muchas ocasiones se pone en un segundo término, dando mayor protagonismo a cuestiones como el diseño. Una web debe ser fácil de utilizar para que pueda tener éxito. Por ello, resulta conveniente hacer pruebas, testear y comprobar ciertos aspectos antes de que se publique.

¿Qué es la usabilidad web?

Lo primero que debemos hacer es tener claro el concepto de usabilidad, ya que puede dar lugar a confusión. Al utilizar este término nos referimos a lo fácil que resulta utilizar un sitio web a cualquier usuario que accede a ella. Cuanto más sencillo sea, mejor será su usabilidad.
Son muchos los factores que intervienen en la facilidad de uso de una web. La estructura del menú, los contenidos, un diseño acertado, la interacción cómoda o la información sintetizada son algunos de los elementos a los que debemos atender al pensar en la construcción de una web. La sencillez es el secreto principal.
Una buena usabilidad web se traduce en una mayor satisfacción de sus visitantes. Si están a gusto, es más posible que dediquen más tiempo a navegar por ella. Ese aumento en la duración de la visita permite incrementar el índice de conversión al tiempo que facilita la consecución de un número de usuarios recurrentes, que sean fieles a la página.

Técnicas para probar la usabilidad web de una página

Es cierto que, a simple vista, podemos hacernos una idea sobre la facilidad o dificultad de uso de un sitio web. Sin embargo, para examinarla con detalle es preferible recurrir a una serie de técnicas para testear que nos permitan cuantificar todos los aspectos que no son tan evidentes. Mediante estas pruebas podremos descubrir cómo se comporta el usuario en nuestra web, cuál le parece una nueva funcionalidad o si son realmente útiles los datos que hemos incluido en una ficha del producto.
No es posible encontrar un test que sirva para medir todos los aspectos que podemos necesitar. Por tanto, será pertinente optar por uno u otro en función de cuáles sean nuestros objetivos. A continuación, detallamos algunos de los más conocidos, que pueden resultar útiles para lograr determinados  objetivos dentro de nuestro sitio web.

Card sorting

Esta prueba está dirigida a los clientes potenciales de nuestro sitio web. De ese modo, podremos obtener datos realmente interesantes para desarrollarlo. En líneas generales, consiste en evaluar nuestra estructura o mapa de contenidos. Para ello, podemos apoyarnos en tres modelos diferentes:
– Card sorting abierto. Se conceden tarjetas de categoría a los usuarios y son estos los que deben aportar un orden y un nombre a cada una de ellas.
– Card sorting cerrado. Los usuarios deben ordenar las categorías como consideren oportuno.
– Card sorting híbrido. Se facilitan tarjetas de categorías y los usuarios pueden ordenarlas o incluir otras nuevas.
El test del card sorting se puede llevar a cabo de forma presencial y online, utilizando diferentes herramientas.

Tree test

Es habitual optar por esta prueba tras haber realizado un card sorting con anterioridad. El objetivo es elaborar una evaluación de la estructura del sitio o de una parte del mismo. Los usuarios deben encontrar los elementos que buscan en el árbol de contenidos.
El tree test hace posible acometer un análisis de usabilidad web sin haber desarrollado el sitio por completo. Tan solo necesitamos contar con las categorías y subcategorías en las que vamos a dividir el sitio. Para realizar esta prueba se les encomiendan a los usuarios ciertas tareas que deben hallar en el árbol de contenidos.
Los resultados nos servirán para comprobar que la estructura que hemos diseñado para la web es fácilmente identificable por los usuarios. De no ser así, deberemos introducir las correspondientes modificaciones en la misma.

Test A/B

Se denomina así a la prueba que nos posibilita comprobar cómo se comportan los usuarios ante diferentes propuestas. Suelen ser pruebas encaminadas a la mejora de la conversión de las webs. Sin embargo, debemos entender el concepto de conversión en un sentido amplio, no solo como la venta de un producto o la contratación de un servicio.
La clave en el test a/b es definir los objetivos a medir y preparar la prueba en función de unos parámetros bien definidos. De este modo, nos resultará más sencillo determinar si la diferencia entre una opción y otra realmente merece la pena o no.

First click test

La finalidad de esta prueba es, como su nombre indica, analizar el primer clic de un usuario en una página. En otras palabras, testear si el usuario puede completar una tarea dentro de la página de forma sencilla. Esto hace posible que conozcamos el objetivo que persigue. Los resultados nos facilitarán información sobre las zonas de la página que resultan confusas al usuario, el tiempo que ha tardado en hacer clic y en qué lugar exacto lo ha hecho, entre otros datos.

Test think out loud

En esta prueba se solicita a los usuarios que hablen en voz alta, expresando sus pensamientos mientras están utilizando ciertas funciones de una página web. Estas expresiones, que suelen ser inconscientes, son grabadas para analizarlas después.
Para realizar el test think out loud debemos partir de unos escenarios ya descritos, que esperamos desarrolle en nuestro sitio web. Acto seguido, se designan determinadas tareas a las personas que van a realizar la prueba. Los usuarios deberán expresar en voz alta lo que piensan, las dudas que les van surgiendo en el proceso y lo que no están entendiendo. Se trata de una prueba que nos permite recabar resultados interesantes con una inversión relativamente baja.

Test de usabilidad para un correcto desarrollo web

En definitiva, los tipos de test diseñados para mejorar la usabilidad web pueden marcar la diferencia en el desarrollo de nuestro sitio. Implementar las pruebas idóneas durante el proceso de creación nos permitirá adaptar la web a lo que nuestros futuros usuarios esperan de ella. A su vez, son recursos muy valiosos cuando queremos cuantificar los resultados de nuestra estrategia y la respuesta que está provocando en nuestros usuarios. Sin duda, constituye la mejor manera de seguir creciendo online.