Investigación de UX para el diseño centrado en el usuario

La investigación de UX es imprescindible para conseguir el éxito de un sitio web. Explicamos todas sus claves y ventajas.

¿Qué es la investigación de UX?

Es el proceso que conlleva el análisis, la observación y el rastreo de cómo se comporta el usuario de un sitio web. El objetivo es entender qué busca cada persona y cómo accede a la información solicitada. Dependiendo de la reacción ante el contenido, habrá que remodelarlo, implementarlo u optimizarlo para que siga siendo eficaz.

Ahora bien, ¿para qué sirve la investigación UX? Para certificar que el desarrollo de cada producto o servicio encaje totalmente con lo que el cliente potencial necesita. Se trata no solo de cubrir las necesidades, sino también de convertir cada propuesta en beneficiosa e imprescindible.

Ningún sitio web puede conseguir una repercusión adecuada si no se comprueban los aspectos anteriores. Las mejoras en la UX son sinónimo de potenciar el tráfico orgánico y, dependiendo del caso, del aumento de las conversiones.

Cómo realizar una investigación de UX

¿Cualitativa o cuantitativa? Este es el dilema al que nos podemos enfrentar. ¿Interesa más conocer la cantidad de tráfico generado o la opinión del cliente sobre la calidad del contenido? La clave está en realizar una investigación completa y no parcial. Solo así es posible descubrir cuáles son los aciertos y los errores de la página web correspondiente. Añadimos que:

• La investigación cuantitativa se encarga del análisis estadístico y de los datos que pueden medirse para su futura optimización. Contribuye a la detección de problemas y de tendencias futuras de comportamiento.
• La investigación de usuarios cualitativa prefiere la observación directa de un usuario o de un grupo de ellos. Se centra principalmente en el análisis de las necesidades y comportamientos. El empleo de los datos procedentes de la visión directa de cada experiencia provoca que sus resultados sean muy fiables.

Metodologías de investigación de usuarios

Las metodologías de investigación de usuarios son diversas y todas tienen como eje la mejora del sitio web. Repasamos las siete opciones más utilizadas.

Las pruebas de usabilidad

Cualquier diseño centrado en el usuario debe analizarse con un método que compruebe cómo es su experiencia real. Las pruebas moderadas facilitan que quien participa pueda hablar con un moderador para explicarle su opinión. En sus declaraciones está la respuesta para conocer cuáles son los errores y las necesidades del usuario final.

Las encuestas

A su facilidad, escalabilidad y rapidez se añade que son una de las opciones más populares. Facilitan la toma de datos a usuarios de todo tipo. Sin embargo, quien repase los resultados puede quedarse con ganas de conocer más información, lo que lo llevará a emplear otros métodos. Sobre todo, nos sirven para conocer opiniones a grandes rasgos cogiendo muestras más amplias de usuarios.

El card sorting

Se conoce también como clasificación por tarjetas. El grupo de personas que colabora debe agrupar las tareas, la información y las características siguiendo una estructura. Se trata de conocer si el sitio web está bien estructurado y si resulta sencillo encontrar la información requerida.

Grupos de discusión

El método comienza con la reunión de usuarios con distintas características. Posteriormente, se les insta a que comenten qué harían para mejorar su experiencia. Sin duda, es la mejor opción para ampliar los resultados obtenidos en una encuesta. No debemos olvidar que se trata de escuchar la opinión directa de quienes participan en el proceso.

El mapeo de personajes

Se conoce también como persona mapping. De cada grupo de usuarios se crea un personaje o usuario tipo. En este caso, no se emplean exclusivamente los datos procedentes de un trabajo de segmentación. Más bien, se añaden matices diferenciales como sus posibles necesidades o sentimientos. A mayor variedad dentro del grupo, más opciones de lograr el sitio web ideal.

Las pruebas A/B

Las consideramos de enorme utilidad para comprobar cuál es el producto más adecuado para cada grupo de usuarios. Un ejemplo es mostrarles a distintas personas dos imágenes distintas del mismo artículo. Cada participante elegirá su versión favorita. Se detectarán dónde están las dificultades y cómo es posible mejorar su experiencia.

Las entrevistas

Son un híbrido entre una prueba de usabilidad y un grupo de discusión. Quien las realiza puede mantener una conversación más directa con el usuario. Se suelen hacer por separado y el intercambio de información se centra más en conocer los detalles de la experiencia. También son importantes la actitud ante la propuesta analizada, el interés y el reto que supone para la empresa presentar su oferta de forma más adecuada.

La investigación de guerrilla

El concepto creado por Steve Blank es bastante revelador. Es un método de bajo coste y contribuye a que la empresa tenga la respuesta a sus preguntas casi sin tiempo para reaccionar. Así, no es una encuesta al uso, sino una serie de preguntas directas a quien esté pensando comprar un producto. En este caso, el método no exige el empleo de Internet o de un espacio en la empresa. Es mucho más adecuado ponerse en marcha y desplazarse al lugar donde se encuentran los clientes potenciales.

Cargar el producto o servicio, instalar un espacio en un bar, en un supermercado o en un estadio de fútbol permite descubrir qué piensa el cliente de nuestra idea. Los resultados son sorprendentes porque los encuestados no se sienten tan condicionados por el propio estudio.

El análisis de la información recopilada

Los métodos anteriores arrojan hasta ocho tipos de resultados distintos, pero complementarios. Lo más frecuente es que haya un patrón en el comportamiento del cliente potencial. Es muy recomendable establecerlo y convertirlo en la base para los cambios que haya que realizar en el sitio web.

La investigación de UX es el primer paso para convertir cualquier sitio web en la mejor puerta de entrada a los nuevos clientes. Los nuevos tiempos exigen conocer todos los detalles de quien puede terminar comprando un producto o servicio. Solo así es posible ajustar al máximo la oferta a la demanda y conseguir un progresivo aumento del nivel de conversión.