Mapas mentales, qué son, para qué sirven y cómo pueden ayudarnos en el proceso de diseño.
Los mapas mentales representan una manera sencilla de analizar aspectos de interés para la optimización de la empresa. Veamos en qué consisten exactamente.
¿Qué son y para qué sirven los mapas mentales?
Un mapa mental es una herramienta gráfica representada en formato de esquema. Proporciona un mejor conocimiento visual de diferentes conceptos y sus relaciones con los elementos que los integran. Es una herramienta muy empleada en el ámbito del aprendizaje y puede ser muy útil en el proceso del design–thinking.
Aunque suele asociarse con el mapa conceptual, son figuras diferentes. Un mapa mental sirve principalmente para expresar ideas y volcar conceptos alrededor de un tema central. En cambio, un mapa conceptual es una síntesis visual sobre información relacionada con un tema concreto.
Además, hay diferentes tipos de mapas mentales, cada uno con sus propias ventajas.
- Mapa circular. Los datos se colocan en círculos dispuestos alrededor de la idea principal. Es un modelo particularmente recomendable para representar ciclos.
- Mapa arbóreo. Es el tipo de mapa más común. Parte de una idea central para ir asignando ramas en las que se recogen ideas y conceptos relacionados. Entre sus beneficios, pueden citarse la facilidad con la que se realiza, que hace posible llegar a relaciones alejadas de la idea principal.
- Mapa de arcoíris. Empieza con la idea central y las ideas derivadas se incluyen en el lado izquierdo. Así se avanza con las relaciones a modo de arco sobre la idea principal. Destaca porque facilita conclusiones sobre cada idea expuesta.
- Mapa de panal. Este mapa recoge un diseño hexagonal. Se basa en anexar a la idea principal celdas hexagonales con cualquier concepto o idea que surja.
- Mapa lineal. Este mapa es utilizado para representar flujos o enumerar pasos.
¿Cómo pueden ayudar en el proceso de diseño?
Además de los mapas mentales, encontramos otro tipo de técnicas que nos ayudan a medir la experiencia de usuario durante el proceso de diseño:
- Mapa de empatía. Su objetivo es comprender los modelos mentales de los usuarios para diseñar pensando en sus necesidades y preferencias. Para ello, deben utilizarse cuatro cuadrantes: Dice, Siente, Piensa y Hace. Cada tipo de usuario requiere un mapa de empatía adaptado. Se puede usar al comienzo del proceso de diseño y es ideal para organizar entrevistas con cada usuario.
- Customer journey. Permite visualizar la interacción del usuario con un concreto producto o servicio. Al seguir todos los pasos necesarios para completar una tarea, puede detectarse cualquier problema que le surja al usuario. Es, por tanto, un modelo cronológico y causal, al buscar las causas de los puntos de fricción. También destaca porque es perfectamente utilizable en cualquier momento del proceso de diseño.
- Mapa de experiencia. Se trata de una modalidad del customer journey, con la particularidad de dirigirse a todos los perfiles de usuario. También parte de un orden cronológico, pero sin centrarse en aspectos específicos de una persona o tipo de usuario. Por tanto, es muy útil para conocer una perspectiva humana general, que permita abstraerse del producto o servicio. Suele utilizarse antes del customer journey para tener una perspectiva general o cuando convergen diferentes experiencias en una visualización.
- Diagrama de servicio. Es otra variante del customer journey, solo que centrada en los empleados. Se trata, por tanto, de análisis virtualmente complementarios. Se trata del backstage del servicio, para averiguar las debilidades internas de la empresa y encontrar posibilidades de optimización. Resulta muy interesante para organizar experiencias o antes de efectuar cambios organizativos o de procesos.
¿Qué hace falta para dibujar un mapa mental?
La manera más rápida, natural y eficaz de crear mapas mentales es el método tradicional. Es decir, con papel y a mano. Así, la mente puede trabajar con agilidad y sin limitaciones. Se puede escribir con cualquier material apto, ya sea con bolígrafo, rotulador o lapicero. Se recomienda, eso sí, trabajar con un amplio número de colores para activar el cerebro.
También hay una gran variedad de software y páginas web para elaborar mapas mentales. Algunos dominios son específicos para esta labor. Otros son generalistas, pero ofrecen la posibilidad de dibujar mapas mentales. Sea como sea, es posible trabajar con estas herramientas en cualquier dispositivo, incluyendo el ordenador y la tablet.
Cualquiera de estos métodos puede dar buenos resultados. Al fin y al cabo, esta técnica se utiliza para facilitar la ordenación y asimilación de conceptos. Especialmente, si se utilizan dibujos, colores y formas que resulten visualmente atractivos.
¿Cómo realizar mapas mentales?
Sea cual sea el material de base, hay que enfocar la tarea con un espíritu creativo. El proceso de diseñar un mapa mental debe adaptarse a las circunstancias y la disponibilidad de cada caso. Si bien siempre es conveniente seguir recomendaciones como las enumeradas a continuación.
- Empezar el proceso eligiendo el concepto o marco de trabajo sobre el que se elaborará el mapa mental.
- En medio de la hoja disponible, dibujar una representación de dicho concepto. En caso de estimarse conveniente, también puede optarse por representarlo con palabras. Lo importante es empezar en el centro, ya que es la mejor ubicación para ir organizando la información como vaya saliendo.
- Dejar espacio para las subcategorías dentro de las ramas que se vayan incluyendo. No debe dejarse ninguna conexión al margen, por rebuscada o poco apropiada que parezca.
- Optar siempre por las líneas curvas. Las líneas rectas resultan más bien monótonas, mientras que las curvas captan mejor la atención. Además, se recomienda incluir una sola palabra por línea, para organizar más eficazmente la información.
- Cuando ya se haya terminado la definición del mapa, resulta recomendable efectuar una revisión. Esto permitirá afinar detalles, especialmente si se solicita una segunda opinión.
Y no hay que olvidar la recomendación más importante de todas, dejarse asesorar por expertos. Pasiona es un buen ejemplo ya que nuestros expertos en UX/UI te asesorarán durante todo el proceso de diseño a través de técnicas como los mapas mentales. Te acompañamos durante todo el proceso, desde la definición del proyecto hasta su puesta en marcha.
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