Employee Engagement: Estrategias para mejorar el compromiso de tus empleados

Pol Torras 11/01/2022
    Employee Engagement

    Contrariamente a la creencia popular, el employee engagement (compromiso de los empleados) no se trata solo de relaciones públicas frecuentes y un discurso adulterado. Las empresas deben aprender que tiene mucho más que ver con la promoción diaria del personal y los gestos más pequeños.

    Para ayudar en esta tarea, a continuación describimos algunas estrategias de employee engagement que los gerentes exitosos usan para involucrar a sus empleados.

    1. Involucrar a los empleados

    Los trabajadores quieren sentir que están realmente involucrados en una empresa, lo que influye en el cambio de mentalidad y hace una valiosa contribución al éxito de todo el equipo. Cuanto más involucrados se sienten los empleados, son más propensos a poner al servicio de la organización su creatividad. Nunca se sabe qué grandes ideas se esconden detrás de un empleado poco motivado.

    2. Confiar en la plantilla

    En este punto cabe preguntarse si confiamos en los empleados, o por el contrario los microgestionamos a lo largo de toda la jornada. Lo primero es contratar personas fantásticas y, luego, dejarlas hacer su trabajo. El aumento de la supervisión y la responsabilidad sobre ellos no incrementará su productividad. Son estos los que deben preocuparse por los resultados y sentirse orgullosos de los éxitos.

    3. No ridiculizar las malas ideas

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    No todos podemos tener grandes ideas todo el tiempo, pero es muy importante mantener una atmósfera abierta en la que las buenas o las malas alternativas sean, al menos, bienvenidas. No vale solo con premiar las grandes iniciativas, sino que hay que respetar el proceso creativo y la aportación de todos los miembros. De lo contrario, la gente se cerrará en las reuniones de equipo y en aquellos momentos en los que su experiencia es necesaria.

    4. Recompensar a los empleados

    Este es bastante obvio: a todos nos gusta ser recompensados ​​por nuestro buen comportamiento. Sin embargo, eso no significa que tengamos que repartir aumentos salariales de cualquier manera, ofrecer grandes bonificaciones o, incluso, llevar a todo el equipo a comer a un restaurante caro.
    Una recompensa puede ser algo tan simple como un sincero «gracias» por un trabajo bien hecho. Podría llevar solo 5 minutos y estar en un formato como un correo electrónico breve. Sin duda, se trata de una gran diferencia en la cultura de equipo.
    Otras formas de recompensa son dejar que se vayan temprano el viernes, hacerles una mención en LinkedIn, etc.

    5. Celebrar los éxitos

    En la misma línea, un buen jefe que quiere incrementar el employee engagement no solo reconocerá los éxitos de sus empleados, sino que también los celebrará, sean grandes o pequeños, simples o complejos.
    Desde alcanzar un objetivo de equipo a incorporar a un nuevo cliente, hay que dedicar un momento a reconocer el éxito de la plantilla. Los éxitos del equipo son la despensa de la que se nutre la empresa.

    6. Establecer objetivos inteligentes

    Antes de establecer objetivos para cualquiera de nuestros empleados, hemos de asegurarnos de que son inteligentes y:

    • Específicos. Debemos ser claros y detallados. El empleado ha de comprender el objetivo.
    • Medibles. ¿Cómo sabremos si se ha cumplido un objetivo? La clave es la claridad y apostar por algún sistema de supervisión traducible matemáticamente.
    • Alcanzables. Establecer metas que los empleados no pueden alcanzar los frustrará y desmotivará.
    • Relevantes. Deben representar una meta propia del cargo del empleado.
    • Basados en el tiempo. Hay que establecer fechas límite realistas.

    No hace falta decir que los plazos y los objetivos, en algunas ocasiones, se incumplirán, incluso por los miembros del personal más importantes. No debemos ser demasiado duros, sino averiguar qué salió mal e intentar solucionar el problema en lugar de centrarnos en quién tiene la culpa.
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    7. Evaluaciones periódicas

    ¿Con qué frecuencia nos sentamos, uno a uno, con los trabajadores y revisamos su desempeño, ya sea formal o informalmente? Por desgracia, reunirse una vez al año no va a ser suficiente para componer una fuerza laboral altamente comprometida. Las revisiones semanales, quincenales o mensuales aumentan la productividad, porque los empleados saben exactamente lo que se espera y cuándo. Así, cualquier problema se resuelve de inmediato. Además, todos quieren saber si van por buen camino o no.

    8. Ser positivos

    Durante esas revisiones de desempeño, resulta crucial mantener una actitud positiva y no dañar la autoestima del empleado. La positividad engendra positividad. Como es lógico, eso no significa que no podamos ofrecer críticas constructivas. Juntos, jefe y empleado, pueden encontrar formas de mejorar, progresar y crecer.
    Si no podemos pensar en ningún aspecto positivo que citar en una revisión con un miembro del personal en particular, puede ser el momento de considerar su lugar en el negocio. Sí, es importante centrarse en los aspectos positivos, pero si no los hay…

    9. Luchar por los empleados

    Las quejas en el lugar de trabajo ocurren cuando los gerentes no defienden al equipo, aunque a veces estos tengan que disciplinar a su personal. Es muy recomendable respaldar a los empleados subordinados, especialmente cuando otros miembros del personal (probablemente sus superiores) los tratan injustamente. En caso de no hacerlo, se puede interpretar como debilidad, lo que deriva en una pérdida del respeto.
    La confianza es una calle de doble sentido. De todas formas, es mucho más probable que la plantilla trabaje duro para su jefe si ven que trabajamos duro para ellos.

    10. Solicitar comentarios

    Preguntar al equipo cómo se siente últimamente puede abrir la puerta a oportunidades de mejora. La mayoría de los gerentes olvidan por completo o evitan deliberadamente pedir a sus empleados sus comentarios. Especialmente cuando se sienten un poco culpables por el rendimiento del personal.
    Hacer una pregunta simple podría ser un arma muy poderosa contra la desvinculación de los empleados. No debemos enterrar la cabeza en la arena; hay que averiguar lo que está sucediendo en la mente del equipo para darle lo que necesita.
    En definitiva, es muy recomendable para propietarios y gerentes de empresas aplicar estas y otras estrategias de employee engagement para incrementar el compromiso de sus empleados. La recompensa es un equipo verdaderamente alineado con los objetivos de la organización.

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