¿Por qué Agile? Primeros pasos para una implantación
En muchas ocasiones, clientes o compañeros nos preguntan qué aporta la introducción de metodologías ágiles en una empresa. Nosotros, desde pasiona, tenemos la costumbre de contestar de una manera muy gallega. ¡Pues depende! Puede ayudar mucho o en absolutamente nada. Después de dejar unos segundos y observar la cara de estupefacción de nuestros interlocutores; crear un poco de expectación siempre es bueno; pasamos a detallar un poco más el tema.
Iniciar una Implantación Agile
Agile, por sí mismo, no ayudará en nada, a menos que la empresa crea de manera clara en ello. Vamos, si utilizamos un símil futbolístico, si el equipo no cree en la táctica que el entrenador propone, no la ejecutarán correctamente en el campo. No es cuestión de modas, o porque la competencia lo hace, si Management o Dirección no cree en las bondades del cambio no servirá de mucho. El cambio debe ser siempre TOP-DOWN, aunque por desgracia, es más común que sea al revés.
Como seguramente sabéis, Agile ofrece ventajas claras, y algún inconveniente. Pero el cambio tiene que ver con las propias necesidades de la organización y objetivos de negocio. El uso de Agile no siempre está recomendado para cualquier tipo de empresa y proyecto. Si los proyectos a realizar tienen algunos de los siguientes puntos, en nuestra opinión, podrían ser candidatos a ser realizados mediante algún framework Agile:
– Proyectos colaborativos con diversos departamentos, interlocutores y/o empresas.
– Entrega de un proyecto o producto orientado a un cliente.
– Proyectos que sean permeables a los posibles cambios tanto internos (organización) como externos (mercado, contexto…).
– Mantenimiento de un producto que ya está en producción o en el mercado y que necesita cambios y ajustes.
– Proyectos que requieren una rápida puesta en producción para evaluar su aceptación en el mercado (start-ups, pruebas de concepto…).
Bajo estos puntos, por ejemplo, una obra civil, no debería realizarse mediante Agile, dado que es un tipo de iniciativa que se debe tener muy estudiada y planificada. En cambio, una campaña de márquetin, la organización de un evento, la creación de un nuevo producto (IT, industrial, farma, retail…), son claros candidatos para hacerlo de este nuevo modo.
Agile es un proceso de transformación que se centra en objetivos evaluables continuamente y en las personas y sus interacciones, es mucho más eficiente al realizar el seguimiento de lo que se está haciendo, permitiéndonos adaptarnos y evolucionar más rápidamente a los cambios que puedan suceder, y que con seguridad van a ocurrir. Por tanto, si sabemos que las condiciones de un proyecto cambian, ¿por qué no adaptarnos desde un principio? Esta es la máxima de Agile, aprender a medida que avanzamos y adaptarnos, incluyendo acciones de mejora continua. Por tanto, nos ayuda a tomar decisiones de manera empírica y colaborativa.
Fases de una implantación Agile
¿Y cómo empezamos? Esa es la gran pregunta. Pues la respuesta es fácil de decir, y más laboriosa de aplicar (otra vez, nos ponemos gallegos). Desde pasiona siempre recomendamos empezar con los siguientes puntos claros, los cuales forman parte de nuestra propuesta de cambio:
– Analizar con qué proyectos iniciamos la metodología. Como la vida está hecha para valientes, siempre recomendamos, escoger algún proyecto, que no sea muy pequeño, ni muy grande. Si es muy pequeño, puede que no podamos obtener datos relevantes de cómo ha ido, y tendremos la percepción de que la implantación ha sido exitosa. Necesitamos un proyecto lo suficientemente grande para que ponga a prueba los nuevos flujos de comunicación, operación y colaboración. ¡NO HAY QUE TENER MIEDO AL FRACASO! Es el primero que vamos a hacer…
– Formar y concienciar del cambio a Dirección. Son los primeros promotores del mismo y los cuales deben mantener el impulso cuando las cosas no vayan tan bien, y creednos, pasará.
– Identificar las personas claves y que desde el día a día darán soporte al cambio (coaches, técnicos, directivos, mandos intermedios…). Serán las personas de referencia para todo el resto de los equipos.
– Formar a las personas del equipo o equipos ágiles que vayan a participar. No solo a nivel de Agile y en los frameworks que hayamos seleccionado (Scrum, Kanban, XP…) sino también en los roles específicos de cada uno de ellos (Product Owner, Scrum Master…). Detallar claramente qué se espera de ellos en esta nueva metodología y en qué van a ayudar.
– Preparar toda la infraestructura necesaria para poder empezar a trabajar, ya sea a nivel técnico (herramientas, servidores, maquetas…) como a nivel operativo (flujos, documentación, etc.) y hacer que esta sea accesible a todos los miembros de los equipos involucrados.
– ¡Y, por último, arrancar! Con la ayuda de las personas claves, ir avanzando con la metodología, intentando ser los más disciplinados para que el cambio vaya calando. Es necesario observar y ajustar todos aquellos aspectos que sean necesarios para poco a poco todo el equipo se sienta confiado a medida que vamos entregando valor.
Y si tenemos éxito, ya podríamos pensar en escalar la metodología a toda la organización. Frameworks como SAFe, Nexus o LeSS, nos podrían ayudar a ello y ampliar o extender la implantación Agile iniciada.
Implantación Agile – Prácticas a tener en cuenta
Por otro lado, si en vuestra organización ya habéis iniciado una implantación Agile y ya habéis iniciado el cambio de paradigma, podéis preguntar qué prácticas o actividades serían necesarias para afianzar la transformación agile. Desde nuestro punto de vista, una implantación ágil es tan transversal que sería complicado señalar una u otra práctica, pero desde nuestra experiencia y, por dejar de ser gallegos, os podemos indicar algunos dependiendo del área de actuación:
Dirección & Estrategia
– Definir el portfolio y roadmap de los productos/proyectos estratégicos.
– Definición de OKRs y su seguimiento.
– Creación de un Centro de Excelencia Agile
Producto y Negocio
– Acompañamiento a los Product y Business Owners, con prácticas como Vertical Slicing, Refinamiento del Backlog, User Story Mapping, Definición de MVPs y definición de Stream Value Mapping.
– Design Thinking, para el diseño del producto poniendo el usuario en el foco, con prácticas como Entrevistas de Usuario, Mapas Mentales, Storytelling y Customer Journey.
– Gestión Ágil de proyectos.
IT (DevOps)
– Prácticas de desarrollo: TDD, BDD, Tests Funcionales, APIs – microservicios, Integración Continua, definición de KPIs funcionales.
– Operaciones: Despliegue Continuo, Automatización de Procesos y Monitorización (KPIs).
Liderazgo Agile
– Cambio cultural, acompañar a los nuevos líderes.
– Técnicas Management 3.0
Agile HR – Aplicando metodología Agile a los Recursos Humanos
– Impulsar la atracción, compromiso y fidelización del talento.
¿Parece complicado? Desde pasiona os podemos ayudar en vuestra implantación Agile para que la podáis hacer de manera natural y progresiva. También ofrecemos asesoramiento en cualquier etapa de la implantación en la que os encontréis, así como productos y servicios específicos, siempre nos adaptamos a las necesidades del cliente. Además, si no lo tenéis claro todavía, os ofrecemos unos servicios sin coste de formación y análisis de vuestro caso. ¡Contacta con nosotros y te ayudaremos a dar el salto!
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