Las estrategias empresariales de 2023 para cultivar el talento tecnológico

Pol Torras 25/04/2023
    Fotografía de una persona mostrando su talento haciendo un juego de manos con naranjas.

    El talento tecnológico sigue siendo una de las claves del éxito de cualquier empresa. 2023 será definitivo para cultivarlo y conseguir los máximos beneficios. Se comentan cuáles son las estrategias más eficaces para alcanzar este objetivo.

    La tecnología: estadísticas de su uso empresarial

    Un estudio realizado por MGI sobre el desempeño organizacional y de los empleados confirma que cerca de un 90 % de altos ejecutivos confirmaba que su empresa no estaba adaptada a la era digital. De hecho, añadían que la pandemia confirmó que sus sistemas no se adaptaron bien al teletrabajo y tampoco al comercio electrónico.

    Cualquier compañía que no sea digital desde su origen comprobará cómo cualquier candidato con experiencia está por encima de su oferta. Es decir, la falta de actualización provoca que sea quien llega a trabajar el/la que se encargue de ayudar a la empresa y no al revés.

    Afortunadamente, hay varias tendencias tecnológicas que triunfarán en 2023 y varias estrategias adecuadas para cultivar primero y retener después el talento tecnológico, reconociendo su indudable importancia. Se comentan a continuación.

    El análisis del desempeño profesional

    En las empresas tradicionales que no se han digitalizado, la división de la plantilla por departamentos sigue estando vigente. Ello provoca que pueda haber empleados que desarrollarían una labor más productiva en otras áreas, pero que nunca llegarán a demostrarlo debido al miedo del empresario, y del resto de empleados, a reorganizar el organigrama.

    Se recomienda realizar este tipo de cambios, aunque sean temporales, para ir comprobando quiénes son los profesionales que podrían estar siendo desaprovechados.

    Upskilling y reskilling

    Antes de comenzar a seleccionar a nuevos empleados, aspecto que se tratará posteriormente, es importante conocer a la plantilla actual y también proponerle una adaptación a la nueva era digital. Mediante el upskilling se enseñan nuevas habilidades para que cada profesional sea más competitivo/a.

    El reskilling supone aprender nuevas opciones para realizar una labor distinta dentro del organigrama. Durante ambos procesos resultará más sencillo comprobar quién tiene el talento necesario para ayudar a la compañía a adaptarse mejor a una nueva etapa.

    La selección y la contratación para el departamento de IT

    Es bastante habitual que se entienda que la digitalización es una necesidad, pero que a la hora de contratar se apueste por los patrones de siempre. Es decir, se busca a alguien que esté ocho horas en la empresa y que realice una serie de funciones específicas. Además, se prefiere contratar a profesionales con una formación concreta y se evitan los posibles riesgos.

    Esta estrategia lleva, directamente, al punto de partida. En la actualidad, para encontrar un empleo basta con tener conexión a Internet y con ofrecer el talento a cualquier empresa contratante. Quien contrata debe saber que el teletrabajo también es totalmente válido y que en un entorno tecnológico lo importante es conseguir el máximo talento posible y no solo que alguien esté un número de horas en su puesto. No arriesgarse es sinónimo de querer seguir en la misma situación.

    Una evaluación distinta de cada candidato/a

    Lo normal es repasar su currículo, explicarle en qué consistirá su trabajo y resolver alguna duda que pueda tener. Lo que suele obviarse es que esa persona también puede transferir sus habilidades al resto de compañeros. El objetivo es descubrir todo el potencial que aporta y confiar en su talento.

     

    Banner con el texto: "Outsourcing IT. ¿Hablamos?"

     

    La imprescindible formación

    Aunque se trate de un perfil tecnológico, siempre hay nuevos programas y opciones que exigen una formación previa para su correcto manejo. Se trata de atraer el talento tecnológico, por lo que un profesional del sector siempre va a preferir una empresa que le forme y que respete su movilidad.

    Evidentemente, pueden surgir ciertas dudas relativas a por qué habría que invertir en la formación de alguien que, posiblemente, podría terminar en otra empresa con el paso del tiempo. El motivo no es otro que el de disponer siempre de trabajadores bien formados y con habilidades digitales para ganar en competitividad.

    El aprendizaje debe organizarse a través de cursos específicos para cada grupo de empleados. Pueden ser presenciales u online. Lo más importante es la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos y es aquí cuando la empresa comprueba la capacidad docente de sus mandos intermedios y la adaptabilidad de su plantilla a nuevos retos.

    Otra alternativa es el abono por parte de la empresa de cursos impartidos por instituciones de prestigio que capaciten al profesional correspondiente.

    La retención del talento

    Una vez que el/la profesional ha actualizado sus conocimientos y lleva ya algún tiempo trabajando en la empresa, llega el momento de poner en marcha un plan para retener el talento. En la actualidad, no solo se trata de cobrar más, de ofrecer un nuevo puesto o de agasajar a quien ha anunciado su intención de marcharse de la empresa.

    Más bien, se trata de crear un ambiente de trabajo distinto y casi a la medida de cada empleado. Resulta complicado que alguien no quiera seguir trabajando para una compañía que le ofrece libertad para trabajar donde quiera, formación gratuita y todo lo necesario para seguir creciendo como profesional. Cualquier esfuerzo realizado será bien visto por parte de quien pone su talento tecnológico al servicio de la compañía.

    Una estrategia permanente

    Todo lo anterior ha de mantenerse en el tiempo e implementarse periódicamente. La brecha digital no debe convertirse en un escollo insalvable para las empresas que todavía no han digitalizado sus procesos. Tras el primer cambio llega el momento de reorganizar los departamentos, de encontrar el talento en la plantilla y de contratar a quien venga a aportar su talento.

    En la era digital es necesario aprender a diario, lo que exige la puesta en marcha de programas de formación continua para ir adaptándose mejor a las nuevas tendencias tecnológicas.

    Finalmente, la puesta en marcha de medidas concretas para retener el talento es una adecuada decisión que facilitará la consecución de tan importante objetivo. Todo sea por lograr que 2023 sea el año de la entrada en la era digital y del cambio de mentalidad empresarial.

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